Pasamos por la medina "Fez el Jdid", pero en la que más tiempo estuvimos fue en la medina "Fez el Bali". Primero paseamos por la Avenida Hassan II hasta llegar al Palacio real. Pasamos por delante de la "Bab Smarine", que es la entrada al barrio de Fez el-Jedid.
- Después recorrimos las angostas callejuelas de la medina Fez el Bali, vimos a muchos artesanos trabajando cerámica, alfombras, metales, espécies.... con su correspondiente intento por vendernos algo, los guias te llevan a sitios que tienen comisión (claro esta). En este caso ya sabíamos lo que nos esperaba, pero queríamos verlo de todas maneras. Tampoco nos atosigaron mucho, supongo que se palpaba nuestro desinterés en adquirir nada.
- La plaza Neyarin, vimos el museo y nos hicimos una foto en su bonita fuente.
- Tambien nos llevó a ver las indumentarias típicas del lugar, aquí nos cogieron de conejillos de indias, hicimos de modelos improvisados de la colección verano-otoño del chilaba inglés jeje.
- Llegó la hora de comer, el guia nos llevo a un sitio típico para turistas que estaba abarrotado, pero nuestros compañeros de circuito, que ya tenian algo de experiencia en la zona (eran gallegos y llevaban ya unos meses viviendo en Marruecos), le dijeron que nos llevase a un sitio que no fuese de "guiris". Al final acabamos en un restaurante muy chulo, estaba vacio, y no era tan turístico, pq no había nadie que hablase idiomas. Allí dimos buena cuenta de unos tajines y otros suculentos manjares.
- Después de comer tocaba la visita estrella del día, ir al barrio de los curtidores, para ver como trabajan hay que subir al balcón de alguna tienda. Nada más llegar te dan unas hojas de menta, ya que el olor que se desprende en el lugar es muy fuerte y desagradable, la gente que esta allí metida tiene que estar ya acostumbrada, debe de ser un trabajo muy duro. Las vistas eran preciosas, diferentes colores en las fosas y la ciudad de fondo, muy bonito.
- Una vez terminada la ruta cogimos un taxi hasta el hotel, descansamos un rato para reponer fuerzas. Más tarde, fuimos por la zona de la Avenida Hassan II, disfrutando del ambiente y las cosas típicas, había hasta una fuente mágica del rollo la que hay en Montjuic de BCN (salvaguardando las distancias claro jeje).
- Cenamos algo y de postre un creppe de chocolate acompañado del típico te. El creppe al cambio te sale a poco más de un euro, y esta de rechupete, que más se puede pedir....
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